Hagamos un breve ejercicio: con un lápiz y papel escribamos todas las variantes de, por ejemplo, una provincia de nuestra elección. Esta es mi lista:
Buenos Aires Prov. de Bs. As. PBA Bs. As. B. Aires Para el ojo humano todas las variantes hacen referencia a la Provincia de Buenos Aires. Sin embargo, para los sistemas informáticos, son todas provincias diferentes. La falta de normalización de los nombres de calles, localidades, departamentos y provincias produce un serio problema.